Beneficios de beber agua purificada

El agua es un elemento esencial para la vida y la salud de los seres humanos, pero no toda el agua que tenemos a nuestro alcance es apta para el consumo. El agua puede contener impurezas, contaminantes, bacterias, virus, parásitos y otros agentes nocivos que pueden afectar nuestro bienestar. Por eso, es importante elegir una fuente de agua segura, limpia y pura, que nos brinde todos los beneficios que este líquido vital puede ofrecernos.

El agua purificada es el tipo de agua que ha pasado por un proceso de tratamiento y filtración que elimina todas las sustancias indeseables que pueda tener. El agua purificada tiene un nivel de pureza muy alto, superior al del agua de manantial, el agua destilada o el agua potable. El agua purificada es la mejor opción para hidratarnos, ya que no solo nos refresca, sino que también nos aporta numerosas ventajas para nuestra salud.

En este artículo le contamos cuáles son los principales beneficios de beber agua purificada y cómo puede disfrutar de ella en su hogar, oficina o donde quiera.

Beber agua purificada tiene múltiples beneficios para nuestra salud, tanto física como mental. Algunos de ellos son:

• Hidratación: El agua purificada nos ayuda a mantenernos hidratados, lo que es fundamental para el funcionamiento de todas las células, órganos y sistemas de nuestro cuerpo. El agua purificada nos aporta el líquido que perdemos a través de la respiración, el sudor, la orina y las heces, y nos previene de la deshidratación, que puede causar fatiga, dolor de cabeza, mareos, sequedad de la piel y de las mucosas, problemas digestivos, renales y cardíacos, entre otros.
• Energía: El agua purificada nos brinda energía, ya que facilita el transporte de oxígeno y nutrientes a las células, lo que mejora el metabolismo, la circulación y la actividad muscular. El agua purificada también nos ayuda a regular la temperatura corporal, lo que nos permite adaptarnos a los cambios climáticos y evitar el estrés térmico. Además, el agua purificada nos mantiene alertas y concentrados, ya que el cerebro necesita estar bien hidratado para funcionar correctamente.
• Digestión: El agua purificada nos ayuda a mejorar la digestión, ya que favorece la producción de saliva y de jugos gástricos, que son necesarios para descomponer los alimentos y absorber los nutrientes. El agua purificada también nos ayuda a prevenir y aliviar el estreñimiento, ya que suaviza las heces y facilita su eliminación. Asimismo, el agua purificada nos ayuda a evitar la acidez, el reflujo y las úlceras, ya que neutraliza el exceso de ácido en el estómago.
• Desintoxicación: El agua purificada nos ayuda a desintoxicar el organismo, ya que contribuye a eliminar las toxinas, los desechos y los microorganismos que se acumulan en el cuerpo y que pueden provocar infecciones, inflamaciones, alergias y enfermedades. El agua purificada nos ayuda a limpiar los riñones, el hígado, el colon y la piel, que son los principales órganos encargados de la depuración. El agua purificada también nos ayuda a prevenir la retención de líquidos y la hinchazón, ya que estimula la diuresis y el drenaje linfático.
• Piel: El agua purificada nos ayuda a mejorar el aspecto de la piel, ya que la hidrata, la nutre, la oxigena y la regenera. El agua purificada nos ayuda a prevenir y combatir los signos del envejecimiento, como las arrugas, las manchas y la flacidez, ya que estimula la producción de colágeno y elastina, que son las proteínas que le dan firmeza y elasticidad a la piel. El agua purificada también nos ayuda a mantener la piel limpia, suave y luminosa, ya que elimina las impurezas, las células muertas y el exceso de grasa, y previene la aparición de granos, espinillas y otras imperfecciones.